Sé que cuesta admitirlo, pero todos hemos tenido este tipo de rituales, que en psicología se llaman conducta supersticiosa. ¿Por qué? Bueno, pues porque son conductas que realizamos y creemos que nos ayudarán a conseguir algo o a mejorar en aquello en lo que nos esforzamos. ¡Las veces que hemos llevado a un examen nuestro boli de la suerte, o un amuleto! ¿Y por qué creemos en ello? Porque cuando los usamos y conseguimos lo que esperábamos nos produce tanta alegría que nos acordamos más de esos momentos que cuando no han funcionado y nos han decepcionado. ¡No habré cogido yo pokémon con ese "truquito”! Por lo que en nuestro cerebro sucede lo siguiente:

Y de lo que no nos acordamos es de las horas que nos hemos pasado estudiando en casa. Cuando en realidad sucede esto:

¿Y qué pasa cuando no conocemos la causa real? Retomando el ejemplo de mis pokémon, creía que usando aquel "truquito” podía capturar más que sin usarlo, y esa fue mi sensación. Pero no sabía si existían otras causas que podían estar influyendo. ¿Y cómo se comprueba esto? Hay que mirar cuántos pokémon capturo usando y sin usar el consejo de mi amigo. Por lo que debería haber hecho lo siguiente: tratar de capturar el pokémon usando el "truquito” y anotar en un papel cuántos atrapo y cuántos se me escapan; y realizar el mismo contaje pero sin usar el "truquito”. Si atrapo el mismo número de pokémon manteniendo apretada la flechita de abajo y pulsando la B, que sin hacerlo quiere decir que no funciona. 

Esto seguramente era lo más probable que hubiese sucedido (el consejo de mi amigo no funcionaba) pero nunca fui consciente de probarlo, pues a mí me dio la sensación que realmente era efectivo porque aun hoy sólo me acuerdo de cuando funcionaba.