ENCIENDE es un proyecto de la COSCE
BOLETIN ENCIENDE - Nº 4 | Mayo 2013

¿Por qué necesitamos dormir?

Por Lola Ganfornina

Nuestro cerebro necesita dormir para funcionar bien. ¿Sabías que si dormimos mal nos cuesta más trabajo recordar lo que aprendemos? En este recurso se analiza cómo el sueño nos ayuda a guardar y clasificar nuestras memorias y nos prepara para la actividad diaria.

Seguro que estás de acuerdo conmigo en que cuando te entra sueño no puedes evitar quedarte dormido, y si algo no te deja dormir, te pones de mal humor ¿verdad? Y es que, cuando nuestro cerebro quiere dormir, ¡es muy testarudo!




Todos los animales que tenemos un cerebro necesitamos dormir. Siempre ha sido un misterio por qué dormimos. Piensa que durante ese tiempo estamos desconectados de nuestro entorno y podríamos correr peligros. Sin embargo, es inevitable. Cada día, durante un periodo que puede ir desde 16 horas cuando somos recién nacidos, hasta 8 horas cuando somos adultos, nos desconectamos y ¡a dormir!

Los científicos llevan mucho tiempo buscando cuál es la función del sueño, porque debe ser muy importante para compensar todo ese tiempo que pasamos "desprotegidos”. Al principio se creía que dormíamos para ahorrar energía, pero esta idea hay que descartarla porque resulta que el cerebro no deja de estar activo y de gastar energía durante el sueño, ¡todo lo contrario!

Si nos colocan unos electrodos en la cabeza para grabar las ondas eléctricas que se producen en la parte más superficial de nuestro cerebro, lo que se llama la "corteza cerebral”, se puede observar su actividad durante el sueño.



Fuente:kidshealth

Hay momentos del sueño en el que nuestra corteza cerebral produce ondas eléctricas llamadas lentas. Durante esta fase, la corteza cerebral está desconectada de todos los estímulos que nos llegan del exterior. Es como si estuviera cantando una canción "eléctrica”, a su ritmo, y no presta atención a lo demás. Durante esta fase, llamada "sueño de ondas lentas”, si nos tocan o hay algún ruido no nos despertamos a menos que sea muy fuerte.

En otros momentos, la corteza sigue desconectada del exterior, pero tan activa como cuando estamos despiertos. Esta es la fase en la que soñamos. Nuestro cerebro está imaginando cosas, es decir, construyendo imágenes, sonidos, experiencias que no están ocurriendo fuera de nosotros. Sin darnos cuenta, estamos reviviendo lo que hemos hecho el día anterior o recientemente. A esta fase se le llama "sueño REM”, por las palabras en inglés que significan "movimientos rápidos de los ojos”. Y es que en esta fase los músculos de los ojos están muy activos, y también nuestro corazón y nuestra respiración se aceleran. Aunque normalmente no nos movemos demasiado, nuestro cuerpo está "viviendo los sueños”.

Las dos fases del sueño, el sueño lento y el sueño REM, se alternan varias veces durante la noche. Cuando el cerebro ha pasado por varios de estos ciclos, parece que ha tenido una buena dosis de cada uno y entonces nos cuesta menos despertarnos. Después de un buen sueño estamos de buen humor. ¿Qué ha hecho nuestro cerebro durante esos dos tipos de sueño? ¿Has notado alguna vez que por la mañana siempre estamos más optimistas, tenemos más ganas de hacer cosas, de jugar, de aprender cosas nuevas?

Resulta que nuestro cerebro ha estado trabajando duro durante la noche para que tengamos un cerebro fresco y listo para la acción durante el día.

Durante el día, cuando aprendemos algo nuevo, los circuitos de nuestro cerebro están cambiando. Estos circuitos no están formados por "chips” ni cables como los que estarían en un robot, sino por células, llamadas neuronas que transmiten electricidad por sus largas prolongaciones, llamadas axones. Estas neuronas, además, se comunican unas con otras mandándose mensajeros químicos en unas zonas que se llaman sinapsis (una palabra que viene del griego y que significa unión o enlace). Pues bien, cuando aprendemos, se producen cambios en nuestras neuronas, y sobre todo, en los puntos de conexión entre ellas, en las sinapsis, de forma que, por ejemplo mientras lees este artículo una neurona esta cambiando y le envía más mensajero químico a su compañera, con la que estaba conectada en un circuito. También puede pasar que la neurona que recibe al mensajero químico cambia y responde mejor. Es como si ahora alguna de tus neuronas estuviera mandando el mensaje a gritos o la que lo recibe tiene "mejor oído para escuchar el mensaje”. El caso es que esa comunicación entre neuronas se ha fortalecido, por ejemplo, cuando has aprendido el concepto de sinapsis.

Durante el día, lo mismo se fortalecen unos circuitos como se debilitan otros (por ejemplo, si no los usamos). Por eso nuestro cerebro no es como un robot, ¡porque cambia continuamente!

¿Qué pasa entonces cuando dormimos? Al terminar el día hemos hecho muchos cambios en nuestros circuitos y toca decidir con cuántos de estos cambios nos vamos a quedar para almacenarlos a más largo plazo. Mientras dormimos, cuando el cerebro se desconecta del exterior, se reajustan esos circuitos, y de alguna manera, que poco a poco empezamos a comprender, los cambios más importantes se refuerzan (es lo que se llama "consolidación de la memoria”) y los que no nos parecen importantes los "borramos”. Si no hiciera esto nuestro cerebro, ¡llegaría un momento en que no podríamos aprender más!

Un dato curioso, descubierto hace muy poco, es que en cada fase del sueño se consolidan memorias diferentes. Por ejemplo, durante el sueño de ondas lentas consolidamos los recuerdos de lo que nos ha pasado, o de las nuevas palabras que hemos aprendido. Durante el sueño REM guardamos y afianzamos las memorias de las cosas que hemos aprendido a hacer (por ejemplo, a jugar al futbol o al ping-pong, o a hacer un rompecabezas).

Ahora puedes comprender por qué nuestro cerebro es tan testarudo cuando quiere dormir. Esta noche, cuando duermas, tu cerebro organizará todo lo que has aprendido hoy sobre el cerebro… y mañana te pedirá, insistentemente, volver a aprender cosas nuevas. Eso sí, un consejo: siempre que aprendas algo intenta hacerlo de forma divertida, porque si lo pasas bien, ¡los recuerdos se guardan mejor!

Para el profesor

Dos enlaces a artículos muy sencillos de Anabel Puente Muñoz (del Servicio de Neurología del Hospital La Moraleja de Madrid) publicados en NEUROWIKIA, un portal de contenidos en neurología:



Un enlace a la página de Kids Health Organization, de la Fundación Nemours (contenido en inglés y en español) donde encontrarás recursos educativos para padres, niños, adolescentes y profesores sobre muchos temas de salud. Este en concreto, sobre las funciones del sueño.

Este recurso ha sido preparado por Lola Ganfornina, que investiga en el Instituto de Biología y Genética Molecular y es profesora de Fisiología en la Universidad de Valladolid.