Por qué dos ojos mirando al mismo sitio
Por Casto Rivadulla Fernández
Para quien esté leyendo estas líneas, el mundo está en este momento reducido a dos dimensiones: alto y ancho, pero en el instante que desvíe su mirada del papel o de la pantalla del ordenador, mire a donde mire, aparece la tercera dimensión: los objetos tienen profundidad y cada uno está a una distancia diferente del observador.
La percepción precisa de esta tercera dimensión es la ventaja fundamental de que los ojos se encuentren situados en la parte de delante de la cabeza y que, por lo tanto, sean capaces de ver, los dos, los mismos objetos simultáneamente. Supone un cambio cualitativo importantísimo en la percepción del mundo que nos rodea, pero implica la pérdida de campo visual. En otras palabras, se ve mucho mejor lo que está delante pero se pierde la información sobre lo que pasa detrás.
Un caballo, por ejemplo, con los ojos mucho más laterales tiene un campo de visión mucho más amplio (son capaces de ver si alguien se acerca por detrás) pero cada ojo ve una cosa distinta.
Ejercicio:Piensa en tres animales con visión frontal y tres con visión lateral. ¿Eres capaz de ver algún patrón común entre los dos grupos?
La clave de la visión en tres dimensiones es que los dos ojos ven el mismo objeto pero lo hacen desde posiciones ligeramente distintas. Si se coloca un dedo delante de la cara (a unos 15 cm) y se cierran alternativamente los ojos derecho e izquierdo, se genera la percepción de que el dedo se mueve en relación a lo que hay detrás. El efecto es similar al que se observaría si manteniendo siempre el mismo ojo abierto desplazásemos la cabeza ligeramente para mirar el dedo desde la posición del otro ojo. Estos distintos "puntos de vista” que ofrecen los dos ojos varían en función de la distancia, siendo menores las diferencias cuanto más lejos estén los objetos. Si repetimos la tarea anterior, pero ahora con el brazo extendido de forma que la distancia a la que se encuentra el dedo es mayor, veremos que la diferencia entre la visión de los dos ojos es menor. Así de fácil: tenemos neuronas en nuestra corteza cerebral que son capaces de detectar e interpretar esas diferencias de señal recibida por cada ojo.
Por supuesto que con un ojo solo es posible ver en profundidad. Hay pistas: lo que está delante oculta a lo que está detrás, los objetos son más pequeños cuanto más lejos; pero ningún mecanismo tiene, ni de lejos, la precisión de la visión estereoscópica a la hora de determinar la distancia y el tamaño de los objetos. La comprobación es tan fácil como colocar un palillo u otro objeto similar sobre una mesa e intentar cogerlo con rapidez con un ojo cerrado. ¿Es igual de fácil que con los dos ojos abiertos? ¿Y si los dos ojos ven cosas distintas?.... esa es la siguiente "píldora”.…
El 3D del cine
En la pantalla del cine, o en el papel, no existe el 3D porque falta la profundidad. Recuerda que para ver en profundidad necesitamos que la misma imagen entre por los dos ojos pero ligeramente desplazada. Para solucionarlo podemos superponer dos imágenes desplazadas y luego (esta es la parte complicada) ser capaces de que cada una de las imágenes entre por un ojo. Las gafas necesarias para ver estas películas poseen unos filtros diferentes en ambos ojos de tal forma que cada una de las dos imágenes llega a un solo ojo.
Una versión casera sería la que utiliza imágenes superpuestas con dos colores diferentes ( busca en Google "imágenes 3d” rojo azul), y luego utiliza como filtro para verlas papel de celofán rojo y azul (en este enlace puedes aprender a hacer gafas 3D). La imagen roja entra por un ojo y la azul por el otro, como están desplazadas creamos la sensación de profundidad.
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