Evolución biológica: ¿un hecho o una teoría?
Por Martha Susana Esparza
Hace unos días, Camilo, el taxista que me llevaba a la Universidad, me preguntó a qué me dedicaba. Siempre te hace ilusión que se interesen por tu profesión, así que contesté gustosa que había estudiado Biología y que me encargaba de estudiar la historia del pensamiento evolutivo. El chófer, con una sonrisa interrogante, preguntó: "Entonces, ¿usted cree en eso de la teoría de la evolución?”. A lo que respondí: "¡No!”.
Le expliqué que la evolución biológica, es decir, el cambio de las especies en el tiempo, es un hecho de la naturaleza con evidencia sólida que lo demuestra. Se puede aseverar que ha ocurrido desde que surgió la vida en el planeta Tierra, hace aproximadamente 3500 millones de años. Y es un hecho, tanto como que la Tierra es redonda y que los planetas giran alrededor del Sol. Camilo, aún interrogante, dijo: "entonces, si es un hecho, ¿por qué se dice que es solo una teoría?”.
Camilo, debo decir que existe una confusión entre el hecho científico y la disciplina que se encarga de explicarlo. Es decir, entre la evolución biológica y la biología evolutiva, que es la disciplina que estudia, comprende y explica el hecho de la evolución. Para ello los especialistas proponen teorías y modelos, con la ayuda de otras disciplinas y conocimiento científicos. Así, la biología evolutiva ha logrado reunir evidencias para explicar cómo ha ocurrido el cambio de las especies a través del tiempo.
Desafortunadamente, continué explicando a Camilo, debo decir que se ha confundido con la idea común de que una teoría es una especulación o una suposición, pero hay que recordar que a diferencia de este uso, las teorías científicas están basadas en evidencias y solo se afirman cuando se han puesto a prueba en repetidas ocasiones y se han discutido con otros científicos. Camilo intervino: "Entiendo –maestra–, entonces la evolución es un hecho y hay teorías científicas que explican este fenómeno de la naturaleza, no es una cuestión de fe, pues se basa en evidencias. Camilo miró por el espejo retrovisor, yo estaba sorprendida con su resumen, él preguntó: ¿qué tipo de evidencias existen?
Mientras esperábamos a que el semáforo cambiara a verde y nos permitiera continuar el camino, le hablé sobre algunas de ellas. La paleontología ha aportado importantes hallazgos que se han utilizado como evidencia de la evolución. Esta disciplina se encarga de explicar el pasado de la vida en la Tierra, a partir del estudio de restos fósiles, de organismos que existieron en otros tiempos. Con esto podemos saber cómo vivían, con qué otros seres convivían, qué comían o con qué especies actuales tienen más parecido. Camilo me pidió que le diera un ejemplo. Le hablé de los fósiles que se han encontrado del género Glyptodon. Este fue un grupo de armadillos gigantes que vivió hace más de 2 millones de años y se extinguió hace aproximadamente 10.000 años. Podían medir cerca de 3 metros y pesar más de una tonelada, lo que equivale a un automóvil pequeño. Al escuchar esto, Camilo hizo cara de asombro, me dijo: "Me cuesta imaginar que, en otros tiempos, no hubiera avenidas llenas de automóviles, sino amplias praderas por las que caminaban organismos tan grandes, como un automóvil, pero sin contaminar”. Ilusionada, le conté que en la actualidad existe una gran diversidad de especies de armadillo que habitan diferentes zonas del continente americano: algunas especies son pequeñas, de menos de 30 centímetros de longitud, otras muy grandes de casi 2 metros de longitud y de más de 60 kilos, pero todas relacionadas con los armadillos gigantes que vivieron hace millones de años. 
El género Glyptodon está relacionado con los actuales armadillos. Conservan muchas características, pero los ejemplares actuales tienen un tamaño menor.
En el registro fósil, también se encuentran formas de transición. Tiktaalik es el fósil de un organismo que representa la transición de la vida animal acuática a la vida animal terrestre, vivió hace aproximadamente 375 millones de años y tiene características de pez y tetrápodo, un animal vertebrado con cuatro extremidades. Y Archaeopteryx, que representa la transición entre dinosaurios y aves, vivió hace aproximadamente 150 millones de años. Finalmente, con el registro fósil se pueden establecer los motivos que explican la extinción y la diversificación de las especies. En el caso de Tiktaalik y de Archaeopteryx, ambos géneros extintos, son los ancestros más antiguos de la gran diversidad de tetrápodos y de aves que hoy forman parte de la enorme diversidad biológica del planeta Tierra. 
Reproducción de un ejemplar del género Tiktaalik, que representa la transición entre la vida animal acuática y la vida animal terrestre. Y son los ancestros de los tetrápodos. Estos organismos vivieron hace aproximadamente 375 millones de años.
Preguntó Camilo: Maestra, yo he escuchado que con el DNA puedes saber si alguien es tu pariente, ¿esto también es una evidencia? ¡Así es Camilo!, todos los seres vivos del planeta somos parientes, una de las evidencias de ello es que todos tenemos moléculas de DNA y RNA. Bacterias, algas, protozoarias, plantas, hongos y animales conservamos fragmentos idénticos de estas moléculas que contienen la información genética.
Camilo seguía conduciendo, reflexionando, escuchando atento cada palabra. Yo, emocionada, continué la explicación. Esta es parte de la evidencia que tienen los científicos, por lo que se afirma que la evolución biológica es un hecho más allá de la duda razonable. Este hecho se explica a través de diferentes modelos científicos. El primer modelo fue propuesto por Charles Darwin (1809-1882), un naturalista inglés que en 1859 afirmó que todas las especies cambian en el tiempo, que todas, extintas o vivas, comparten un ancestro común; pero lo más importante, es que explicó que la evolución se podía entender sin recurrir a ningún elemento sobrenatural. Propuso el modelo de variación y selección natural para mostrar cómo se han transformado las especies a través del tiempo y utilizó parte de las evidencias antes expuestas para argumentar esa afirmación. Este modelo considera que la evolución biológica se debe, básicamente, a la acción de procesos selectivos que actúan sobre variaciones heredables que resultan, en algún modo, favorables para la supervivencia y reproducción de los organismos.
Observa a tu alrededor Camilo, todos somos diferentes, no existen dos humanos, dos hormigas, dos gatos, dos árboles, ni ningún organismo idéntico a otro: todos los organismos son únicos e irrepetibles. Las diferencias, a veces, son imperceptibles para el ser humano, pueden encontrarse entre los rasgos físicos de los organismos, o bien, en el funcionamiento o en la forma en la que se comporta. A estas diferencias se les conoce como variación biológica y es la base para comprender los procesos selectivos en la historia evolutiva de la vida en la Tierra; es un hecho que se puede observar en la naturaleza.
Muchas de estas variaciones son heredables, y se encuentran como información dentro de las moléculas de DNA. Algunos ejemplos: Las bacterias pueden heredar la resistencia a ciertos antibióticos.Los guepardos la capacidad para alcanzar velocidades altas, que les permiten cazar a sus presas.Los humanos la capacidad de metabolizar lactosa, con la cual pueden digerir productos como leche o queso.Sin embargo, no se pueden heredar las capacidades y estrategias que se generan durante el desarrollo y crecimiento de un organismo, como el gusto por el deporte o la habilidad para ser un buen cocinero. Le expliqué que en la naturaleza los procesos selectivos ocurren dentro de poblaciones, las cuales están formadas por individuos que comparten características físicas, funcionales y de comportamiento y viven en un mismo espacio geográfico, por ejemplo las ardillas que habitan un bosque. A la vez, estos individuos son diferentes entre sí. Por eso Camilo, ninguna ardilla tiene el mismo color, ni tamaño, entre otras variaciones. De las variaciones que hay dentro de una población se seleccionan naturalmente las que dan al individuo mayores probabilidades de sobrevivir, reproducirse y dejar descendencia.
De manera que: No todos los individuos llegan a nacer;de los individuos que nacen, no todos llegan a ser adultos;de los que llegan a la edad reproductiva, no todos tendrán descendenciay todos, sin excepción, morirán. En cada etapa del desarrollo los individuos tendrán que cubrir necesidades básicas para sobrevivir, deben buscar alimento, un lugar dónde vivir o una pareja para reproducirse, por mencionar las más importantes. Esto es de vida o muerte, por ello, cualquier ventaja es importante. Imagina entonces que la población de ardillas del bosque se alimentan de nueces, y que las nueces más grandes y carnosas también tienen la cáscara más dura; de manera que, solo las ardillas con los dientes y garras más adecuados podrán comer las mejores nueces del árbol, las otras se conformarán con las más pequeñas y, probablemente, no alcancen para alimentar a todas las ardillas, así que algunas morirán de hambre. De las ardillas que sobrevivan algunas se habrán alimentado mejor y tendrán más energía para huir de sus depredadores y llegar a la edad adulta y buscar una pareja. La descendencia de estas ardillas con los dientes y las garras más afiladas, heredarán esta variación, así, si las condiciones del ambiente no cambian, seguirán conservando la ventaja que permitió a sus padres sobrevivir y reproducirse. Al paso de muchas, muchas generaciones, la población tendrá individuos con dientes y garras aptos para comer nueces grandes y con cáscara dura. Es decir, estarán adaptadas a esas condiciones ambientales. Pero lo que en un momento es una ventaja, en otro, puede resultar lo contrario. Seguramente habrás escuchado que los dinosaurios se extinguieron por la caída de un meteorito que provocó una catástrofe ambiental. Aunque el tamaño de algunos dinosaurios fue una ventaja durante miles de años, al caer el meteorito los individuos con mayor tamaño tuvieron más dificultades para cubrir sus necesidades básicas, poco a poco, los dinosaurios fueron muriendo, hasta extinguirse por completo. Pero no todo es triste en esta historia, porque los pequeños mamíferos, como roedores, lograron esconderse, conseguir alimento, sobrevivir y reproducirse, y al paso de miles de años dar lugar a la gran diversidad de mamíferos que existen en la actualidad, entre los que se encuentra la especie humana.
En resumen, se puede afirmar que:
Todas las especies cambian en el tiempo, es decir, que evolucionan.Todas las especies del planeta, vivas y extintas, están emparentadas y comparten un ancestro común.La evolución es un proceso natural con evidencias científicas que lo demuestran y se puede explicar a través del modelo de variación y selección natural. Este modelo dice que las variaciones entre los individuos de una población y los factores selectivos, como el ambiente, interactúan. En esta dinámica, los individuos con alguna variación, por pequeña que sea, que les confieran alguna ventaja en el adecuado funcionamiento de sus actividades vitales, aumentarán las probabilidades de que sobrevivan y lleguen a reproducirse. Si esto pasa, y el rasgo ventajoso es una variación heredable, podrán dejar descendencia con esta característica favorable, al paso de miles y hasta millones de años, en un proceso lento y gradual, la característica que dio ventaja a algunos individuos de esa población será un rasgo distintivo de los nuevos individuos de la población. Los individuos no evolucionan, pero son los portadores de las variaciones. El conjunto de estos cambios lentos y graduales se ven en la población. Así que son las poblaciones las que evolucionan; pueden divergir y formar nuevas especies como el género Archaeopteryx y Tiktaalik o pueden extinguirse, como los dinosaurios. La historia evolutiva de la vida en el planeta nos cuenta qué especies existieron, cuáles se extinguieron y cuáles surgieron, para poder entender las relaciones entre la enorme diversidad de formas de vida.
El viaje había terminado, pero la inquietud de Camilo apenas comenzaba. Pagué a Camilo lo que marcó el taxímetro. Bajé del taxi. Él ofreció sus servicios para otra ocasión, recibí la tarjeta entusiasmada, deseando poder continuar la conversación pronto. Di las gracias, y caminé entre los anchos pasillos y el bullicio de la universidad.
|